viernes, 21 de diciembre de 2007

Críticas y potencialidades de la Arqueología Social Latinoamericana

A continuación se expone la forma en que se aplico el modelo materialista histórico a la investigación arqueológica y las criticas que surgieron tanto teóricas como metodológicas.
En primer lugar es necesario mencionar que la aplicación del materialismo histórico en arqueología, se dió en América latina a partir de diversas reuniones que congregaron a arqueólogos latinoamericanos durante la década del 70 y 80 y que actualmente también incluye a arqueólogos españoles de enfoque marxista como Jorge Rolland Calvo.
En la Reunión de Teotihuacan de 1975 se establecieron las líneas generales de acción en la perspectiva materialista histórica, a nivel general se postula que el concepto de cultura es muy ambiguo y posee connotaciones metafisicas e imperialistas, por lo cual se propone utilizar el concepto de sociedad, el cual permite la comparación entre sociedades, a partir del Modo de Producción.
Un segundo hito fue la reunión que se dio con ocasión de la celebración del XL Congreso Internacional de Americanistas efectuado en Lima en 1970, donde se organizo el Simposio: Formaciones Aborígenes de América.
Un tercer momento de reunión y también de mayor reflexión en torno a la aplicabilidad del materialismo histórico a la arqueología, se da con la conformación del Grupo de Oaxtepec, el cual funciona desde la década del ochenta en México.
A partir de estudio de las Fuerzas Productivas se pretende inferir la Base Económica de las sociedades pasadas. Las Fuerzas Productivas se pueden dividir en tres tipos: a) Fuerza de trabajo que puede ser calculada en energía invertida, b) Instrumentos de Producción: Tecnología y conocimientos que incrementan la capacidad e intensidad de la producción y c) Objetos de Producción: Naturaleza y recursos modificados por los instrumentos de producción.
La centralidad del análisis materialista histórico se ubica en la tecnología, la cual media entre ser humano y naturaleza y al mismo tiempo la apropiación de estos medios de producción, definen Relaciones Sociales de Producción en una sociedad determinada.
Este acercamiento a los Medios de producción, ofrece información sobre los Modos de Producción, que a su vez, nos permite inferir Formaciones Sociales, que finalmente nos permitirían acercarnos a las Relaciones Sociales de Producción. A partir de lo anterior se puede inferir el grado de desarrollo de las fuerzas productivas, en Lumbreras este aspecto esta marcado por el evolucionismo social de Morgan, en tanto utiliza el esquema de paso por etapas culturales desde el salvajismo, pasando por la barbarie y finalmente la civilización.
En la formulación de Bate, visualiza procesos de revolución social que transforma cualitativamente el Modo de Producción y por ende de la estructura social. De acuerdo a lo anterior genera tres estadios históricos. Que permitan inferir la historia de las sociedades prehispánica, estos tipos de Formación Social son: Cazadores-recolectores Pre-Tribales, Comunidad Primitiva Tribal y Sociedad Clasista Inicial.
Para Bate el materialismo histórico, permite dar cuenta de la complejidad social, fundamentalmente a partir de la descomposición de la categoría de sociedad concreta en las categorías de: Formación Económico Social, Modo de Vida y Cultura.
En el análisis materialista histórico también interviene la conciencia, la afectividad y la institucionalidad, entendida esta ultima como normativa respecto a la reproducción social, por lo tanto en este terreno se puede generar la lucha por la transformación social en las sociedades clasistas no capitalistas.
Por otra parte Bate se aleja del evolucionismo unilineal que caracterizaron los postulados de Lumbreras, en tanto propone que el desarrollo de las Fuerza Productivas expresados en una magnitud, deben ser entendida en la particularidad de la sociedad estudiada.
Ahora vamos con las críticas que se formularon a la aplicación del materialismo histórico a la arqueología, estas provienen de Henry Tantalean y Jorge Rolland Calvo.
Tantalean analiza la ASL, a partir del desarrollo de la Arqueología Social Peruana, específicamente analiza el devenir de la Revista Gaceta Arqueológica Andina.
Esta revista se posicionó como la encargada de difundir la ASL a partir de su creación en 1982, cuantitativamente sin embargo los contenidos relacionados a un enfoque marxista son mínimos, privilegiando la publicación de investigaciones de corte Historico- Cultural y Procesualista.
Tantalean en líneas generales visualiza a la Arqueología Social Peruana en un espacio más bien marginal, dentro de otros enfoques teóricos utilizados en arqueología, por lo cual se hace necesaria una redefinición de la misma, que permita su inclusión en el debate teórico actual.
Por otra parte Rolland Calvo propone una crítica a nivel de los conceptos utilizados en el análisis de la prehistoria, principalmente el hecho de que las formulaciones Marx fueron pensadas para una sociedad histórica particular, esta es la sociedad capitalista europea del siglo XIX, por lo tanto la aplicabilidad de los conceptos marxistas a la arqueologia deben adecuarse, cuando se pretende analizar sociedades no capitalistas, en estas sociedades el ámbito de la producción económica no determina las prácticas sociales, sino que es al revés.
El concepto de trabajo que se maneja en sociedades capitalistas es producto de Relaciones Sociales de Producción, por lo tanto no es algo inherente a los seres humanos. Rolland Calvo propone en vez de la centralidad del trabajo, la importancia del antagonismo e historicidad de las relaciones sociales, planteando por lo tanto otra lectura del materialismo histórico de Marx.
A modo de cierre de este punto se puede decir que la ASL, posee seguidores en America Latina, pero que aún no se logra la homogeneidad en este enfoque teórico, que permita su inserción en las discusiones teóricas a nivel mundial, en este sentido se debe mencionar que aún existe un colonialismo intelectual, en el sentido que los postulados de la ASL no aparecen en manuales de Arqueología y su discusión o aplicación por parte de arqueólogos latinoamericanos es marginal y fragmentaria, estando focalizada principalmente en México, teniendo mayor auge en el resto de America Latina enfoques norteamericnos o europeos.
Lo anterior debe entenderse en el contexto del financiamiento de los proyectos de investigación, donde por lo menos en Chile, no se observan investigaciones actuales que apliquen este enfoque teórico, lo cual sin duda empobrece el debate teórico.
Este declive en el interés por la ASL también debe ser entendido en relación a la caída y crítica hacia los experimentos socialistas que se dieron durante el siglo XX en el mundo, a lo anterior debe sumarse el efecto de la represión de los gobiernos autoritarios.
A pesar de lo anterior podemos rescatar postulados respecto a la práctica arqueológica, como por ejemplo el hecho de que los investigadores extranjeros que trabajen en América Latina publiquen en español y que se agilicen políticas publicas que permitan el retorno de piezas arqueológicas que se encuentran en museos o universidades extranjeras.
Se debe mencionar el hecho de que la enseñanza de arqueología en las universidades esta fuertemente influida por corrientes norteamericanas y europeas, de igual forma las publicaciones respecto a la prehistoria de América Latina muchas veces están en ingles, lo cual se convierte en una barrera lingüística para acceder al conocimiento, acentuando el carácter colonialista de la arqueología.
Finalmente creemos que es necesario tener en cuenta en la reconstrucción de la prehistoria de América Latina, la emergencia de una intelectualidad indígena, que sin duda utiliza con fines políticos la reconstrucción de la prehistoria. Además de esta intelectualidad los mismos grupos étnicos han tomado conciencia respecto al valor de la protección del patrimonio cultural de cada Pueblo o Nación, con lo cual el interés por la prehistoria, integra nuevos miembros a la discusión en torno a la reconstrucción del pasado.

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